Segundo Tratado de Gobierno (o Ensayo sobre el Gobierno Civil), de John Locke
Daniel Hurtado Yépiz
03 de Marzo del 2015
John
Locke nació en Inglaterra en 1632 y murió en 1704. Fue el padre del
liberalismo; catedrático de la Universidad de Oxford. Su filosofía se basaba en
que el hombre nace libre, pero ésta libertad tiene límites, donde interviene el
Estado. Sus ideas influenciaron los movimientos republicanistas en Francia y
Estados Unidos.
En el
Segundo Tratado de Gobierno (o Ensayo sobre el Gobierno Civil), Locke habla
principalmente sobre la libertad y la igualdad entre los hombres, cómo debe
ser. Describe el Estado Natural, los castigos, el Estado de Guerra, la
dominación de un hombre sobre otro, entre otros temas.
El
estado natural donde se encuentran los hombres, es donde hay libertad para
mandarse a sí mismos, disponer de sus propiedades y de sus personas; la conciencia
es el límite de la libertad en el Estado puro o natural.
Un
estado de igualdad es donde, como se conoce que los hombres son seres de la
misma especie y de idéntico rango, todos son iguales, a menos que el Señor y
Dueño designe a alguien que clara y evidentemente está por encima de los demás,
tiene poder y soberanía que no se cuestiona.
Hooker
dice que es indiscutible esta cuestión de la igualdad, la cual se basa en que
el amor entre los hombres es obligatorio.
El
estado de libertad no permite que el hombre se destruya a sí mismo ni a sus
creaturas, ya que fuimos creados por el Señor, por lo tanto, somos de su
propiedad.
Tiene
que haber alguien que ejerza la igualdad y que defienda los derechos de los
débiles; pero éste poder no es absoluto, puesto que solo puede ser utilizado
para castigar a alguien que realizó una transgresión. Cada transgresión será
castigada de tal manera que perjudique al transgresor, y el castigo será el
mismo acto realizado.
A un
extranjero no aplican ninguna de las leyes que se dictan en un país que no es
el suyo.
Locke
menciona la condonación, es cuando alguien renuncia a un derecho, como una
forma de permiso a la dominación de un hombre sobre otro. Dios debió haber
creado un poder que evitara la parcialidad y la violencia entre los hombres.
En
un estado de guerra se pierden los límites y las garantías individuales. Está
justificado el defenderse y matar a quien atentaba a la vida propia. El Estado Natural es prácticamente el Estado de Guerra.
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